jueves, 12 de abril de 2012

Jon Sobrino: Jesucristo liberador



Jesucristo liberador
Síntesis de su cristología
(Por: Jon Sobrino, S.J.).
Temas: Jesucristo  liberador
1.        Lectura histórico-teológica del Cristo:
Jesús de Nazareth.
a)      Servicio al Reino de Dios.
El reino de Dios
Jesús y Dios: Jesús ante un Dios Padre
Las parábolas
b)      Jesús y Dios
La oración de Jesús
Dios es bueno
La crisis de Galilea
c)       Muerte en la cruz.
Jesús y Dios
El juicio a Jesús.
La muerte de Jesús.
El Dios crucificado.
El pueblo crucificado.
2.        Historia de las cristologías (No incluido).
La cristología está ante un misterio. En su objeto, Cristo. Hay un exceso de luminosidad en presencia de la oscuridad histórica. Jesucristo es misterio. Hablar de Cristo es callar.

Cristo, se es captado como tal, produce gozo y agradecimiento. Y no hay gozo y agradecimiento que permanezcan mudos para siempre. El contenido de esta cristología es Jesucristo en su totalidad. Aquí se hace una lectura histórico-teológica del Cristo, que es Jesús de Nazareth. En el segundo tomo de la Cristología se ve la historia de las cristologías y la fe en Jesús de Nazareth, proclamado como el Cristo a partir de la resurrección. Veremos tres dimensiones centrales de la vida de Jesús. Su servicio al Reino de Dios, su relación con Dios Padre y su muerte en cruz.
Conocer a Cristo es seguir a Cristo. La cristología elaborada desde A.L. privilegia al Jesús histórico sobre el Cristo de la fe. En el mundo de la pobreza convergen y se remiten mutuamente pobres y Jesús de Nazareth.
El Jesús histórico es el punto de partida de la cristología. El Jesús histórico es Jesús de Nazareth, su vida, su misión, su destino. Sus palabras y sus hechos, su actividad y su praxis, sus actitudes y su espíritu, su destino en cruz y de resurrección: es la historia de Jesús. Lo  más histórico del Jesús histórico es su práctica y el espíritu con que la llevó.
Praxis-práctica: conjunto de actividades de Jesús para operar sobre la realidad social y transformarla en la dirección precisa del Reino de Dios.

Histórico: lo que nos es transmitido como encargo para seguir transmitiéndolo. No significa aquello que es simplemente datable en el espacio y en el tiempo.
Se accede mejor a lo interno de Jesús (la historicidad desde su subjetividad) desde lo externo de su práctica (su hacer historia). Se trata de comenzar con la práctica de Jesús, no con su persona.

A través del Jesús histórico y de lo más histórico de Jesús se busca el acceso personal a Jesús. No presenta en primer lugar conocimientos sobre él para que el hombre decida qué hacer y cómo relacionarse con el Jesús así conocido, sino que presentando su práctica para recrearla y así acceder a Jesús.
El camino lógico de la cristología es cronológico. Éste aparece en el nuevo testamento así:

La misión de Jesús al servicio del Reino: su práctica y la exigencia para realizarla

La pregunta por la persona de Jesús
La confesión de la realidad irrepetible y salvífica, la fe en Cristo.
El punto de partida real es siempre la fe total en Cristo. El punto de partida metodológico es el Jesús histórico.
Los escritos del nuevo testamento, excluidos los evangelios, son unas fotocopias de las diversas cristologías. Recuperan a Jesús. La cristología paulina resultaría un verdadero enigma sin Jesús de Nazareth.
En Pablo hay una referencia intrínseca a Jesús de Nazareth. Pero su cristología está centrada en el Señor resucitado y no hace una valoración teológica pormenorizada de la vida de Jesús.
El nuevo testamento da testimonio de que hay una vuelta a Jesús aún después de que hay fe en Cristo y de cristologías alrededor del resucitado.
Los evangelios fueron escritos desde la fe y para la fe de las comunidades. Es una interpretación teologizada de la vida de Jesús. Los evangelios están centrados alrededor de la pasión de Jesús. Son un relato de la pasión con un largo prólogo.
Las narraciones evangélicas hacen de Jesús el personaje central y son una buena noticia evangelion. En definitiva no  muestran la historia de Jesús.
Se saca de los evangelios que no se puede teologizar la figura de Jesús sin historizarla, narrando su vida y su destino. Sin ello la fe no tiene historia. Y no se puede historizar a Jesús sin teologizar como buena noticia. Sin ello la historia no tiene fe.

Jesús y el reino de Dios.

No hizo de sí mismo el centro de su misión y de su predicación. La vida de Jesús fue una vida descentrada, centrada en el Reino de Dios y del Padre
Reino de Dios: Jesús expresa la totalidad de la realidad y aquello que hay que hacer.
Padre: Jesús expresa la realidad personal, lo que da sentido último a su vida
El Reino da razón del ser de Dios como Abba y la paternidad da fundamento y razón de ser al reino.

El reino de Dios.
“He sido enviado para anunciar la buena noticia del Reino de Dios” Lc 4,43. Jesús proclama el Reino de Dios y no a sí mismo. El tema central de la predicación de Jesús fue la soberanía real de Dios.
Lo último para Jesús fue el Reino de Dios. No fue el reino de los cielos como pura trascendencia a-histórica, ni l iglesia, ni él mismo. Lo último no fue Dios, sino el Reino de Dios; Dios dentro del Reino de Dios.
Jamás nos dice Jesús expresamente qué es Reino de Dios. Lo único que dice es que ya está en medio de todos.
Reino de Dios es reinado de Dios. Es el regir de Dios en acto para transformar una realidad histórico social mala e injusta en otra buena y justa.
El reino de Dios es una utopía que responde a una secular esperanza popular, en medio de innumerables calamidades históricas; es lo sumamente bueno. Viene en medio y en contra de la opresión del anti-reino.
Juan Bautista: Jesús, muy verosímilmente, fue discípulo de Juan Bautista.
Jesús se dejó bautizar por Juan: historicidad indiscutible.
Después de la resurrección: los discípulos de Juan siguen bautizando. Se da una competencia entre los discípulos de Juan y los discípulos de Jesús.
Jesús y sus discípulos también bautizan. Jesús no bautiza a él mismo.
Los discípulos antes habían sido de Juan pasa después a ser discípulos de Jesús (Jn 2,35-42). Jesús tiene su visión sobre el Reino de Dios:

Jesús revela la verdad de Dios y del ser humano a través del amor. Amor sin límites hasta el final de la cruz.
Jesús mismo participa de la expectativa del Reino. Jesús no es monopolio de los cristianos. Pertenece a la corriente de esperanza de la humanidad. El reino de Dios está cerca, a ha llegado el Reino de Dios. El Reino no es objeto de esperanza, sino de certeza.
El Reino de Dios viene como don gratuito, no como respuesta a la acción de los hombres.
Pero Jesús sirve activamente al Reino, tolera, denuncia la situación de injusticia. La venida del Reino exige una conversión-metanoia. Los  pobres deben llegar a tener esperanza. Los opresores deben hacer un cambio radical de conducta. Todos deben llevar una vida digna del Reino.
No se puede forzar la venida del Reino como don, como querían los esenios, los fariseos y los grupos armados. Viene por puro amor de Dios.
Ev-aggelion: buena notica: es Jesús. Es lo que Jesús trae: el Reino de Dios. Debe alegrar a los oyentes. Ya no será utopía (objeto de ansiosa expectación) sino topía (objeto de alegría para todo el pueblo) Lc 2,9.
El Reino de Dios es para los pobres. Jesús aparece interesado en la salación de todos. Que el Reino de Dios llegue a ser para todos.
No excluye a nadie de la posibilidad de entrar en él. Pero se dirige a ciertos grupos de personas: los pobres. “El Reino pertenece únicamente a los pobres”: Lc 4,18; 6,20; 7,22; Mt 11,5.
Puebla 1142: “Por el mero hecho de ser  pobres, cualquiera que sea la situación moral o personal en que se encuentren, Dios los defiende y los anima,  son los primeros destinatarios de la misión de Jesús”.
En qué pobres piensa Jesús? En los económicos: están negados del mínimo de la vida. En los marginados, los inasistidos. Pobres sociológicos (sin dignidad). Son los que están abajo en la historia, los que están oprimidos por la sociedad, los segregados.
Este Reino es formalmente parcial. Su contenido mínimo es la vida y dignidad de los pobres. Pobres son aquellos para quienes la vida es una pesada carga en sus niveles primarios de sobrevivir y de vivir con un mínimo de dignidad. Pobres son los que mueren antes de tiempo.
Los hechos de Jesús: práctica de los milagros, expulsión de los demonios, acogida a los pecadores.
Los dichos de Jesús: su práctica de la palabra. Anuncio de la venida del Reino “enseñanzas, exigencias, oraciones, discursos apocalípticos”.

Las parábolas: son relatos basados en hechos de la vida cotidiana. Hablan del Reino, aunque no lo definen. Jesús nunca dice: “El reino de Dios es un hombre…”. Sino que dice: “Sucede con el Reino de Dios como con un hombre que sembró …” El significado queda en suspenso hasta que se decida.
El  mensaje central de las parábolas es: el Reino de Dios se acerca para los  pobres y marginados; es parcial y por ello, causa escándalo. También esclarecen otros elementos del Reino de Dios, su carácter de crisis. La venida del Reino es también crisis.
Las parábolas generan esperanza, la seguridad de que el Reino se acerca. Algunas parábolas expresan el carácter de gozo que produce el Reino de Dios por ser buena noticia.
La venida del Reino es buena noticia. Tiene que ser celebrado con gozo. Jesús lo celebra, especialmente en forma de comidas. Son realización de sus ideales: liberación, paz, comunión universal. Las comidas de Jesús son signos celebrativos benéficos y liberadores.

Jesús y Dios. Jesús ante Dios Padre.
Jesús anunció y sirvió al Reino de Dios. Por eso murió ajusticiado. Jesús aparece como verdadero ser humano también en la dimensión teologal: él también tuvo que vérselas con Dios, buscarlo y dialogar con él, cuestionarlo y descansar en él. Abrirse a él y dejarlo ser Dios. “En todo semejante a sus hermanos, menos en el pecado”.
¿Cómo Jesús practica a Dios? Jesús hace uso de la tradición profética sobre Dios. Dios aparece como parcial y defensor de los oprimidos, de los pobres y de  los débiles, actuando en contra de la injusticia que las produce y con la promesa de una utopía de que vida y justicia son posibles.
Dios que elige conversión personal e interior del hombre. Suscita vocación de profetas, les exige todo, hasta la vida.
Jesús se confronta con una realidad última a la que él llama “Padre”, y ese Padre sigue siendo lo último para Jesús, es decir, “Dios”. Dios es Padre y en él descansa su corazón, pero el Padre sigue siendo Dios y no lo deja descansar.
Lo último personal para Jesús es Dios-Padre. Su relación de confianza y disponibilidad. Absoluta intimidad y absoluta alteridad.
La oración de Jesús: Jesús se dirigía a Dios. Como judío piadoso, Jesús oraba: Mt 15,36; 26,26 par. Lc 4,16. “Con suma probabilidad no hubo un día en la vida de Jesús en que él no hubiera recitado la oración de la mesa antes y después de comer” (J. Jeremías).
La oración personal según los sinópticos, toda la vida de Jesús se realiza en un clima de oración:
Lc 3,21: su vida pública comienza con una oración.
Su vida termina con una oración de angustia, de esperanza, de paz, de explícita relación con Dios. Mt 27,46; Mc. 15,34; Lc 23,46; Jn 19,30.
Su vida aparece jalonada por innumerables alusiones a la oración. Aparece orando en momentos importantes decisiones históricas:
Antes de elegir a los doce: Lc 6,12ss
Antes de enseñar el Padre Nuestro: Lc 11,1.
Antes de curar al niño epiléptico: Mc 9,29.
Aparece orando por personas concretas: Por Pedro Lc 22,32; por sus verdugos: Lc 23,43.
Alude a la oración en ocasiones importantes. Cierta clase de demonios no se expulsan sin la oración: Mc 9,29. Relaciona la oración con la fe Mc 11,23.
Tenía la costumbre de retirarse a orar: al  monte, al huerto, al desierto: Mc 1,35; 6,46; 14,32; Lc 6,12; 5,15ss.
Es un hecho histórico que Jesús oraba. Causó una honda impresión como orante:

ü  Jesús condena la oración mecánica: Mt 6,7ss “Al orar no multipliquéis…”.
ü  Condena la oración vanidosa e hipócrita: Mt 6,5ss: “Cuando recen no hagan como…”.
ü  Condena la oración cínica: Lc 18,11: “El fariseo de pie oraba en su interior…”.
ü  Condena la oración alienante: Mt 7,21: “No basta con decir Señor… hay que hacer”.
ü  Condena la oración opresora: Mc 12, 38,40: Tengan cuidado con los maestros”.
ü  Jesús  urge a orar y ora él mismo.

En la relación de Jesús con Dios: responder y corresponder a Dios es cosa de escuchar su palabra y ponerla por obra. Es lo que constituye toda la vida de Jesús. Pero lo que más expresa su oración es lo que hay de alteridad y absoluta cercanía. En Jesús, su oración es ponerse realmente ante Dios.
El contenido de la oración de Jesús se ve en dos oraciones. Oración de alabanza y oración de acción de gracias. Mt 11,25 y Lc 10,21. “Te doy gracias porque se las has revelado a los pequeños”. Su contenido es el Reino de Dios. Esta oración presupone una práctica de Jesús. Ya había anunciado el Reino, ya había suscitado conflictos.
Se desprende quién es Dios para él. Es un Dios con una voluntad “tal ha sido tu beneplácito”; es un Dios parcial hacia lo pequeño y es un Dios amoroso y bueno con los pequeños. Se alegra y goza de que Dios sea así. Para Jesús, Dios es lo que produce gozo porque es bueno; alguien en quien se puede confiar y llamar Padre.
La oración del Huerto: el núcleo original consiste en que Jesús expresa su conciencia de que a a ser entregado a la muerte, que su alma está triste y que pide al Padre que lo libere de esa hora. Mc 13,ss; Mt 26,39; Lc 22,41ss.
Esta oración proviene de los riesgos que ha corrido con su práctica y desemboca en la decisión de asumir su propia muerte. Jesús hace entrega del “Yo” a Dios. Muestra su total disponibilidad. Dios permanece como el misterio insondable para Jesús y Jesús lo deja ser Dios. Así, la oración de Jesús aparece: como búsqueda de la voluntad de Dios, como alegría de que llega su Reino. Como aceptación de su destino. Como confianza en un Dios bueno que es Padre y como disponibilidad ante un padre que sigue siendo Dios, misterio.

Dios es bueno
Para Jesús, Dios es por esencia, bondad y salvación para los hombres. Lo último que define a Dios no es su poder, ni su pensamiento, ni su  juicio, sino su bondad.
Jesús está convencido de que Dios es bueno con Él y es buen para los hombres. “Sean buenos en todo como el Padre celestial es bueno” Mt 5,48. “Sean misericordiosos como el Padre celestial es misericorDioso”. Lc 6,36 Reproduzcan la bondad, eso es lo bueno para los seres humanos.
Su bondad tiene que ser descrita como amor. Ágape que se alegra en el bien del otro y sólo por causa del bien del otro. Jesús dice que Dios es bueno hasta con los malos y desgraciados. Lc 6,35.
El mandamiento del amor en los sinópticos: Mc 12,28-31; Mt 22,34-40; Lc 10,25-28 y Jn 13,34-36- Así es Dios, sean ustedes así.

En Jesús es esencial la visión de Dios como bondad, como amor, como ternura. Constituye el núcleo central de su experiencia de Dios.
Jesús e presenta con autoridad, pero sin autoritarismo. Critica a los poderes civiles y religiosos existentes y enseña, de palabra y de obra, que la autoridad es servicio en libertad.

Habla con convicción y con autoridad, pero no con imposición. Jesús no impone, ni increpa, ni intimida y rara vez manda o reprende. Con frecuencia aparece argumentando, apelando a la razón de sus  oyentes y hasta de sus adversarios, o imponiendo. Es el amigo que ayuda a los hombres a hacer la voluntad de Dios.
Así como el hombre debe dejar a Dios ser Dios, Dios deja al hombre ser  hombre. No que Dios no tenga exigencias para él, a veces fortísimas,  pero dese que el hombre cumpla a la manera humana, con libertad y convicción, más que  por coacción e imposición.
Jesús fue hombre libre

Libre ante la ley y ante el sábado. Se deja acompañar por mujeres y también por varones. Ante la opinión pública hace denuncias y desenmascara.

Su liberta está en función del bien de otros. No hay barreras ni límites para hacer el bien. Libertad para esclavizarse a hacer el bien. Libre entrega de s propia vida. Es una libertad al servicio de la bondad, no al servicio del propio Jesús. La raíz de la libertad le viene de la bondad de Dios.
Libres para amar. Liberado para liberar: Jesús es libre.

La confianza de Jesús.

Abba, Padre. Era algo nuevo, inaudito, único el que Jesús se atreviera a hablar con Dios como un niño habla con su padre, con simplicidad, intimidad y seguridad. Abba es el término con que el niño se dirigía a su padre. Implica una gran familiaridad y confianza. Por eso los judíos no la usaban. Para Jesús, Dios es no sólo bueno, sino alguien en quien se puede confiar y descansar. Alguien que da sentido a la existencia de los hombres.
Padre nuestro. Nuestro es la realidad del Reino, Padre es la realidad de Dios, Dios para Jesús es el Padre bondadoso en quien se puede confiar y descansar.

La disponibilidad-obendiencia hacia un Padre que es Dios. La obediencia de Jesús fue una actitud fundamental y fundante en la vida: una activa disponibilidad hacia Dios incluye la ejecución de su voluntad. Es radical referencia Dios como hacia alguien que es un radical “otro” para Jesús. Jesús tuvo que dejar a Dios ser Dios.
La conversión de Jesús significa la disponibilidad realizada para responder a Dios en la  historia, donde quiera que él  lo lleve.  La disponibilidad realizada para dejarlo ser Dios. Su conversión a Dios se realizó a través de la prueba ¡verdadera humanidad”.
El pasaje de las tentaciones es una interpolación. Se trata de una reflexión teológica sobre Jesús, aunque con base en la vida de Jesús. Jesús fue realmente tentado. La tentación atañe al mismo Jesús. Su autoconciencia se siente amenazada por crisis extremas de auto-identificación. Cuál es el tipo de poder que va a usar Jesús en su misión. Es un diálogo de Jesús con Dios (no con el diablo). Jesús se confronta con Dios. Jesús triunfa: deja a Dios ser Dios.
En Lc 4,13 “hasta un tiempo oportuno”. Indica que la tentación no es algo que sólo ocurrió en un momento de la vida de Jesús. Fue como el clima en el cual se desarrollo toda su vida, en la historia real. Jesús supera la tentación sumergiéndose en ella y en su conflictividad, se deja llevar por Dios a donde quiera que él lo lleve.
La crisis de Galilea.
Jesús abandona el corazón de Galilea y se dirige primero a Cesarea de Filipo y después a la frontera sirio-fenicia. Con este rompimiento geográfico se quiere expresar rompimiento en su persona: los jefes del pueblo lo han rechazado, sus discípulos no lo han comprendido y hasta las masas del pueblo lo habrían abandonado. Su misión inicial habría fracasado. Jesús se pregunta si seguir y cómo.
Es discutible la realidad histórica de esta crisis. Aparecen dos causas histórica. En Juan el abandono de las multitudes y en Marcos la incomprensión de los discípulos.
El eco popular que suscita es lo que lo convierte en peligroso porque puede dar pie a la intervención de los romanos. Jn 11,47-54. Jesús nunca huye de las gentes, sino de las autoridades.
En Marcos 10,31.45. Jesús ya no puede confiar en sus discípulos. Es la incomprensión de sus discípulos. Jesús tiene que cambiar de táctica y en su camino a Jerusalén, da instrucciones radicalmente nuevas.
Hay que recalcar que en los evangelios se presenta un cambio de la conducta de Jesús (al menos la externa). Se retira hacia el norte y luego hacia Jerusalén.
Jesús tiene ahora conciencia de ser perseguido por los jefes del pueblo y la falta de comprensión o rechazo de algunos íntimos. Hacia el final de su vida Jesús no aparece hablando de Reino de Dios, ni operando milagros (los prohíbe), ni expulsando demonios, ni acogiendo a pecadores sus discursos se concentran en los ataques del pueblo y en su propia defensa.
Lo importante es que Jesús aparece en fidelidad a Dios hasta el final. Ir a Jerusalén donde se va a encontrar con Dios en la Pasión y en la cruz.

La ignorancia de Jesús
No es que Jesús no supiera de Dios, sino que su conciencia humana no  pudo sintetizar todo lo que es Dios. No conoce el día de la venida de Dios. No sabe el día de la venida del Reino. Al aceptar este no saber, Jesús está abierto creaturalmente a Dios.
La fe de Jesús.

Jesús fue un extraordinario creyente y tuvo fe. La fe fue el modo de existir de Jesús absoluta confianza y radical disponibilidad con respecto a Dios. La fe de Jesús es clave para comprender la vida terrestre de Jesús, la cristología y todos los temas teológicos.
En Marcos: 9,23; 11,22ss; 11,14; 11,20. Jesús es declarado como quien tiene fe. No se explica el contenido de la fe. Jesús es declarado como hombre de fe.
En Romanos 3,21. Dia piesteuos iesou cristou, puede significar lo que está en Dios se revela a través de Jesús y Jesús lleva a cabo esa revelación, precisamente en que él cree, es decir, es radical y  confiadamente obediente. Se discute si es “fe de Jesús” o “fe en Jesús”.
En Hebreos 12,2. El  pionero y consumador de la fe. Jesús es el que ha vivido originalmente la fe y la ha vivido en plenitud. El primogénito en la fe, el primero que la ha vivido cabal y plenamente en el estado de homo viator.
Su contenido fundamental: fidelidad a Dios y misericordia hacia los hermanos. Su fe es disponibilidad y confianza. Disponibilidad es dejar a Dios ser Dios. Misericordia es el ejercicio de la bondad de Dios, presupuesto de la confianza de Jesús.

¿Quién es Dios para Jesús?
Dios es aquel a quien Jesús responde y corresponde en fe. Dios es lo sumamente bueno, Padre, el amor que está en el origen de todo. Da sentido a su vida, en él puede descansar. Amor parcial, descrito como infinita ternura. Amor condescendiente que se ofrece e impone para su invencible cercanía a lo pequeño y perdido de este mundo.
Dios sigue siendo misterio, sigue siendo Dios, no hombre. Dios se le hace tentación a Jesús cuando tiene que discernir sobre el verdadero poder salvador.
Se le hace enigma cuando se reserva absolutamente el día de la venida del Reino que Jesús creía  próximo. Se le hace misterio cuando su voluntad va más allá de la lógica del Reino (cruz). Dios se le hará escándalo a Jesús cuando en la cruz escuche su silencio.
Jesús y Dios
La práctica profética de Jesús como defensa del verdadero Dios.

Praxis profética: actividades verbales, debates, denuncias de sus adversarios, desenmascaramientos. Jesús se dirige a colectividades y no a individuos. Denuncia a los escribas, a los fariseos, a los ricos, a los gobernantes. Ellos representan y ejercen algún poder que configura la sociedad como tal.
Se dirige a grupos enteros para que cambien como grupos y así se transforme la sociedad. Las controversias versan sobre realidades “la ley, el templo”, en cuyo nombre se configura la sociedad. Las denuncias expresan que esa configuración es opresora, expresión de anti-reino.
Esto es praxis porque su correlato es la sociedad como tal y su finalidad es su transformación como tal Jesús denuncia y desenmascara el anti-reino, pero sub specie contrarri anuncia lo que deba ser una sociedad de acuerdo al Reino de Dios.
Praxis profética: denuncia y desenmascara la injusticia y la opresión reales.
Las controversias de Jesús: Dios es controvertible. Las controversias son pasajes en  que la discusión versa en directo sobre la visión que Jesús tiene de la realidad social y religiosa.
Las controversias directas en los sinópticos: Mc 2,1-3-6; Lc 5,17-6,11; Mt 9,1-17; 12,1-21. El problema se dirige a todo ser humano en su condición religiosa ó secular; cómo se relacionan los seres humanos con lo que tienen por “último”, sea esto Dios, la patria, la Iglesia, el partido, la riqueza, el poder.
La conclusión para Jesús es: “el recto servicio de Dios, es necesario que sea servicio del hombre”. Al analizar las cinco controversias se concluye en que lo controvertible es Dios.

La controversia sobre el mandamiento principal Mt 22,34; 10,31; Mc 12,28. La equiparación del amor a Dios y al prójimo es escandalosa. Se constata que en la versión original de Marcos no se menciona si quiera el amor a Dios como el principal mandamiento.
Según la reconstrucción del texto original primitivo, diría lo siguiente: “y uno de los escribas le dijo: cuál es el mandamiento mayor de todos? Respondió Jesús: es amarás a tu prójimo como a ti mismo; no hay otro mandamiento mayor (que éste), y nadie se atrevía ya a preguntarle”.
No es ignorar a Dios; cambia la noción de Dios: en el amor al prójimo se está honrando y amándole a él, se está respondiendo realmente a Dios.
Dios es amor. Dios nos ha amado primero; ese amor se muestra en la entrega del Hijo. La conclusión no es que debemos amar a Dios. Es: “si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros” 1 Jn 4,11.16.
Jesucristo liberador

Jesús exige realmente a los seres humanos que respondan con total y absoluta seriedad a Dios, “amar a Dios con todas sus fuerzas”. Ese responder a Dios, es un corresponder a la realidad de Dios, hacer con otros lo que Dios hace con ellos y con nosotros.
Dios nos creo creadores. El amor de Dios nos hace amorosos para los otros. Es lo último que hay que ser y hacer, porque así es Dios y así hace Dios. Dios es excéntrico, quiere el bien, la vida, y la paternidad de los hombres. Cuando eso se realiza, él está en los hombres y los hombres en él.
En las controversias aparece la correcta relación con Dios que consiste en la correcta relación con el prójimo.
Según se acepte a un determinado Dios, así se comportan los seres humanos y así configuran la sociedad en forma de Reino o de anti-reino.
Los desenmascaramientos de Jesús: Dios es manipulable. En nombre de Dios se justifica religiosamente la opresión de los seres humanos. Esto debe ser desenmascarado.
Un ejemplo clásico está en Mc 7,1-13; Mt 15,1-20. Jesús y los discípulos quebrantaban lo referente a la pureza legal: Lc 11,38 y otros.
Jesús desenmascara así. Los hombres producen las tradiciones humanas y las usan como mecanismos para ignorar la verdadera voluntad de Dios y para poder oprimir a los demás hombres con buena conciencia religiosa.
La verdadera maldad del ser humano proviene del interior que aparece inequívocamente n lo que produce el exterior: fornicaciones, robos… estas verdaderas maldades son las que Dios condena. Es la verdadera voluntad de Dios.
Dios creó la creación y no la religión (categorial). El creador que entra en conflicto con la criatura es un Dios falso y los Dioses falsos hacen inhumanos incluso a los piadosos.

La denuncia de los opresores y sus ídolos.
Las denuncias se dirigen a pecadores colectivos, más que a individuos. Ellos producen el pecado estructural.
Jesús responsabiliza del anti-reino no sólo al maligno (realidad transhistórica), sino también a agentes históricos: ricos, escribas, fariseos, sacerdotes y gobernantes como detentadores del poder económico, intelectual-ejemplar, religioso y político. Estos poderes a veces convergen en algunos de ellos.

Denuncias contra los ricos.

Lc 6,24ss; 12,34; 19,10; 16,13-31; Mc 10, 17-22.
Abundancia de bienes en el Antiguo Testamento es bendición; riqueza es maldición. La riqueza es maldición, deshumanización del rico porque lo hace poner el corazón en l os tesoros, que no van verdadera vida.
Sólo quien pone el corazón en Dios y busca el Reino de Dios, se humaniza de verdad. La riqueza es dificultad máxima para que el hombre se abra a Dios. La riqueza es condenación: ya recibieron su consuelo. La denuncia de la riqueza es clara, aunque en la historia se ha querido suavizar St 5,1-35- la riqueza opera contra los  pobres y la riqueza opera contra Dios.
La oposición causal directa entre ricos y pobres, en cuanto empobrecedores y empobrecidos aparecen más claramente en el antiguo testamento que en el nuevo testamento. Rico Epulón y pobre Lázaro.
La coexistencia de ricos y pobres es insultante, es intolerable. Los ricos deben ayudar a los pobres aunque para eso tengan que dejar de ser ricos. La riqueza es deshumanización e insultante y es injusto la riqueza como tal. En el origen de casi todas las fortunas hay alguna injusticia.
Los ricos son opresores de los pobres. Las situaciones de pobreza son causadas por el hombre opresor. Zaqueo deja de ser hombre maldito porque deja de ser el hombre rico opresor.
La riqueza aleja de Dios y obra activamente, contra Dios. Hay que escoger entre Dios y Mammón (riqueza). Es ídolo por antonomasia, es el peligro más grande a la hora de servir a Dios.
La riqueza es un mal radical, porque es ídolo hace contra Dios, deshumaniza a quien le rinde culto y exige víctimas para subsistir: 1 Jn 2,16; 1 Tim 6,10. “La raíz de todos los males es el afán de dinero”.

Las denuncias a los escribas y fariseos

Jesús defiende radicalmente la ley en cuanto es ley de Dios, a favor de los hombres.
La forma de defenderla le presenta como “hombre libre.
Denuncia el uso de la ley para oprimir a los hombres.
Cómo usan el gran poder que tienen? Si para llegar a los hombres a Dios ó para oprimirlos. El ataque a los fariseos es exagerado. Los denuncia directamente y con vigor espeluznante. Por qué? Lc 11,37-53; Mt 23,1-36; Mc 12, 38-40. Jesús denuncia en sustancia la vanidad e hipocresía de los escribas y fariseos. Lo más fundamental es que oprimen al pueblo. Lo estorban.

Las denuncias a los sacerdotes

Confrontación de Jesús con lo religioso como tal: la expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén, en lo nuclear, es histórica. Mc 11,15-19; Mt 21,12-17; Lc 19, 45-48; Jn 2,14-16.
No es que Jesús estuviera contra el templo en cuanto tal. Pero usa dos citas del antiguo testamento sobre el templo: Is 56,7 y Jer 7, 11 que es el final de un largo oráculo sobre el auténtico culto y una invectiva contra el tempo; Jer 7,2-11.
Jesús critica y se distancia de un culto alienante y opresor. Son palabras auténticas de Jesús: Habló de destruir el tempo”, lo que lo llevó a la cruz. Mc 13,2; Mt 24,2; Lc 21,6. Acudían al templo todos los días.
Jesús anuncia que ha cambiado radicalmente el lugar del encuentro con Dios. En Mat 18,9 ese lugar es ahora la comunidad. En 25,31-49 el lugar son los pobres de este mundo y en Jn 4,21.23 en espíritu y verdad.
Jesús es crítico del templo y de lo que conlleva: el culto, los sacrificios, el sacerdocio. El templo era el centro de la vida económica-social y política del país. Configuraba a la sociedad de una determinada manera. “Destruir el templo” denuncia la realidad del falso Dios y una configuración opresora de la sociedad, sustentada en el poder religioso y justificado en nombre de lo religioso.
Su denuncia se dirige más a estos grupos que a los políticos en cuanto tales. Jesús no sólo anuncia el Reino y proclama a un Dios Padre, sino que denuncia el anti-reino y desenmascara a los ídolos. Con ello va a las raíces de una sociedad oprimida baja todo tipo de poder económico, político, ideológico y religioso.
La cruz.
La muerte de Jesús
¿Por qué matan a Jesús? Jesús muere violentamente, no hay duda, Hay dos problemas distintos. Uno es por qué matan a Jesús (pregunta histórica por las causas de su muerte) y el otro es por qué muere Jesús (pregunta teológico por el sentido de su muerte).

La persecución fue el clima de la vida de Jesús

La predicación y la práctica de Jesús representan una amenaza al poder religioso de su tiempo, e indirectamente a todo poder opresor. Éste reaccionó. Jesús fue hombre en conflicto y por ello fue perseguido. Estorbó a los otros Dioses y estorbó en nombre de Dios. La persecución según los sinópticos: no se conoce la cronología histórica de la persecución. Algunos textos son: Lc 4,24.28ss; Mc 3,6 par: 6,4; Mt 13,57; Jn 4,44.
En  la etapa previa de Jerusalén, cuentan cómo muchas de las preguntas que le hacen están destinadas a ponerlo a prueba para observarlo y encontrar una palabra de la que pudieran acusarle: Mc 10,2; 8,11; Mt 16,1; 19,3; Lc 11,16; 14,1; 11,53ss; 6,11; 13,31; 19,47ss; 20,19.
La culminación de esta persecución progresiva queda clara en todos los sinópticos. Los dirigentes quieren acabar con él.
Todos describen cinco escenas en las que Jesús aparece corriendo peligro de su vida: Mc 12,13-17 par; 12,18-23; 11,15-19 par; 12,1-12 par; 12,28-34; Mt 22,34-35.
Todos estos pasajes concluyen con un sumario anterior a la traición de Judas. “Los sumos sacerdotes y los escriban andan buscando cómo podrían apoderarse de él con engaño y darle muerte” Mc 14,1; Mt 26,35; Lc 22,1.
La persecución en Juan: con más lujo de detalles muestra que la persecución a Jesús jalona toda su vida. La responsabilidad adjudicada a la aristocracia sacerdotal es  histórica. La de los fariseos está exagerada y refleja la situación eclesial a partir del año70. En Juan aparecen los judíos, pero los principales enemigos de Jesús son los fariseos. Texto: 2,24; 5,16.18; 7,1; 7,11.19.30.32.44; 8,20.59; 9,22; 10,31.39; 11,8,53ss.
La persecución a Jesús nos muestra algunos puntos importantes:
El final de Jesús fue la culminación de un proceso histórico y necesario. No fue casual ó como tráfico final.
Varios tipos de responsables que tienen algún tipo de poder económico, político, religioso. Todos estos grupos convergen en la persecución. Es la totalidad de la realidad la que reacciona contra Jesús.
El pueblo, las mayorías, no aparece entre los responsables de la persecución en los evangelios. No se habla de que el pueblo traicionara a Jesús o lo persiguiera y por lo tanto, de que Jesús murió por los pecados de todos por igual.
Las causa para la persecución: las denuncias de Jesús contra el poder opresor, el poder religioso en directo. Jesús ataca a los opresores (dimensión histórica) quienes justifican la opresión en nombre de Dios (dimensión trascendente): atacándolos a ellos, defienden a sus víctimas.
Esta persecución real, mantenida y progresiva muestra objetivamente que el conflicto no es algo puntual, accidental y subjetivamente que es un proceso que Jesús asume de manera cada vez más lúcida, no sólo lo sufre, sino que lo provoca.

Jesús tuvo clara conciencia de un trágico final. Se mantuvo en el conflicto conociendo sus consecuencias.

La conciencia de Jesús en medio de la persecución:

El Jesús histórico no interpretó su muerte de manera salvífica, como sacrificio expiatorio, como sí lo elaboró el nuevo testamento.
Si bien la muerte no aparece haber sido “querida” ni tampoco “deseada” por él, es mirada lúcidamente como el camino de la fidelidad radical.
Lo que pensaba Jesús se descubre en los relatos de la última cena que son relatos litúrgicos en trasfondo histórico: 1 Co 11,23-27; Lc 22,13-20; Mc 14,22-25; Mt 26,26-29.
Desde un punto de vista histórico puede concluirse que Jesús, la víspera de ser capturado, organizó una cena solmene que acompañó de una bendición, unos gestos y unos discursos de despedida. Éstos, como forma literaria, expresan la voluntad de la persona que se despide de asegurar la continuidad de su vida y la pervivencia de su persona entre los suyos.
El sentido con que Jesús enfrenta personalmente su próxima muerte: de Mc 14,25 par, con historicidad “en verdad les digo”, expresa la certeza de su muerete y su propia esperanza escatológica de la venida del Reino de Dios. Establece su firme esperanza en el triunfo del Reino y el de su causa personal.
Los textos sobre la institución de la eucaristía expresan el sentido positivo en relación con su causa. Su muerte va a ser algo bueno para otros, para todos.
Estos son los motivos salvíficos: el pan-su cuerpo es entregado por ustedes y el vino-su sangre, es derramada por muchos, para el perdón de los pecados, como nueva alianza y, al final, como servicio sacrificial.

Lo más histórico: los gestos acompañados de palabras. Son signos de lo que ha sido toda su vida. Jn 13,15. En la cena Jesús interpreta su muerte como servicio, en continuación y culminación de su propia vida. Jesús ofrece a todos los hombres el sentido de una vida de servicio y es lo que  propone a sus discípulos.

Jesús va a la muerte con lucidez y con confianza, con fidelidad a Dios hasta el final y como expresión de servicio hacia los suyos. Es fiel y misericorDioso hasta el final

El juicio a Jesús.

Jesús va a ser condenado a muerte en nombre de un Dios. Jesús y su Dios parecen perder el proceso.
El juicio religioso.

Es muy discutida la historicidad del ó los procesos.
La conducta del Sanedrín: todos estaban en contra de Jesús, pero no había unanimidad sobre el  motivo legal para condenarlo. Aquí comienza su culpabilidad. Se llegó al acuerdo de entregar a Jesús a los romanos. Todos en contra. La razón objetiva de fondo es: “quiere destruir el templo”.
Como conclusión histórica: los artífices de esta muerte fueron principalmente los miembros de la casta sacerdotal, irritados por ver que Jesús se erigía en reformador religioso.
Como conclusión sistemática: Jesús fue condenado por querer destruir el templo. Jesús lo criticó y ofreció una alternativa distinta y contraria. El templo ya no sería el centro de una teocracia política-social-económica de la vida de Israel.
El conflicto  le vino a Jesús por el modo como hablaba y hacía presente a Dios en el mundo. Mt 26,23. Jesús es condenado en nombre de un Dios.
El juicio político

Jesús murió crucificado como malhechor político y murió con el tipo de muerte que sólo el poder político (los romanos) podían dar. La causa de la condena está redactada en términos políticos: se ha hecho pasar por rey de l os judíos. Pilatos ofrece cambiar a Jesús por un subversivo político (Barrabás):
Lo históricamente más probable
Lc 23,2 y Jn 19,12-15. “Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo pagar impuestos al César y diciendo que él es Cristo Rey”. Mc 15,7; 12,13-17; Mt 22,15-22; Lc 20,20-26; Jn 18m33-38ª; 19, 1-3.4-7.15.
Jesús-Pilato; Dios (de Jesús)-César (Dios de Pilato).
Jesús fue crucificado por los romanos no sólo por razones tácticas y de política diaria de tranquilidad y orden en Jerusalén, sino en definitiva, en nombre de los Dioses estatales de Roma que aseguraban la pax romana.
Jesús ofrecía un peligro político por la reestructuración de la organización socio-religiosa-política.
La muerte de Jesús como consecuencia de su misión

A Jesús lo matan por su tipo de vida, por lo que dijo y por lo que hizo. Por lo que estorbó.
En el juicio religioso: yo invoco a Dios actuando como quebrantador de opresiones concretas.
En el juicio político lo acusan de ser enemigo del César
Si no hubiera surgido fe en ese Jesús después de la resurrección, su fin hubiese sido como el de tantos. Pero no fue así. Sus discípulos afirmaron que vive y que vive en plenitud. Se le recordará como el Hijo de Dios. Entonces, ¿Por qué muere Jesús?

La muerte de Jesús.
Por qué muere Jesús
El sentido de la muerte de Jesús: en la cruz murió el Hijo de Dios.
La explicación de la cruz en el misterio de Dios:
1.       En algunos textos se considera la cruz como el destino de un profeta: 1Tes 2,14ss; Rom 11,3; Mt 10,32; 23,37.34ss; Mc 8,38; 12,2ss; Lc 11, 49ss; 12,8ss. Esclarece por qué matan a Jesús. No esclarece el sentido de esa muerte. Es una constatación: así es la historia que da muerte a los profetas. Pero no explica qué sentido tiene que la historia sea así.
2.      Consideran que ya estaba predicha en las escrituras_ Lc 24,25ss; 1Cor15,4; Mc 8,31; 9,31; 10,33 par. Argumentación buena para cristianos provenientes de la fe judía. Surgió muy temprano. No ofrece luminosidad intrínseca al hecho de esta muerte.
3.      Jesús muere según el designio determinado y previo conocimiento de Dios: Hech 2,23; 4,28; Lc 24,26; Mc 8,31. “Era necesaria”.
ü  El sentido de la cruz no puede ser captable por los hombres. Si hay alguna explicación, ésta está escondida en Dios.
ü  Los seres humanos renuncian a encontrar ese sentido.
ü  Esperan que sí lo tiene,  pero en Dios.
ü  La cruz no diría nada de Dios, no ayudaría en nada a conocer a Dios. Porque el Dios, conocido de antemano es lo que posibilita explicar la cruz.
De la cruz como escándalo a la cruz como salvación.
¿Y por qué ha sido ese y no otro el designio de Dios? Parece una bondad incompatible con la bondad de Dios. Para qué muere Jesús. Qué de bueno hay en la cruz de Jesús. Por la cruz de Jesús, Dios nos ha salvado del pecado.
Jesús fue crucificado para concede a Israel la conversión de los pecados: Hech 5,31; Jn 6,51; 11,50; 11,51ss; 2Cor 5,14ss; 1Tim 2,6 El Nuevo Testamento reflexiona sobre ese para qué.
En la cruz se manifestó el amor salvífico de Dios.
El sacrificio
En varios lugares se describe la figura y la acción de Jesús en lenguaje cúltico-sacrificial: 1Cor 5,7; Ap. 5,9; Rm 3,25; 5,9; Ef 1,7; 2,13; Mc 14,24; Mt 26,28; Lc 22,30; toda la carta de Hebreos. Dios acepta el sacrificio y así se salva la distancia insalvable. El hombre entra en comunión con Dios, hay salvación.
El sacrificio de Jesús realiza la comunión, porque ha sido aceptado por Dios: Heb 8,24.12; 7,25; 2,10; 10,19ss Ef 5,2; 1Pe 1,19.
La nueva Alianza

La sangre de Cristo Jesús produce una alianza entre Dios y los hombres, nueva y definitiva. Nueva forma de vida de los agradecidos por ella es la plenitud de la fe, la confesión firme de la esperanza y la claridad y buenas obras: Heb 10,22-24; cc. 3,4 y 11; 12 y 13. La alianza entre Dios y los hombres es salvación.
La figura del siervo sufriente
El nuevo testamento hace uso de estos pasajes: Is 42,1-9; 49,1-6; 50,4-11; 52,13-53,12. En Hecho 8, 32 y Lc 22,37 hay referencias útiles para constatar y narrar bíblicamente cómo murió Jesús, pero no para explicar el sentido de su muerte.
Jesús es inocente; los sufrimientos con que carga son los que deberían cartar otros. En ello se convierte en salvación para otros. Es expiación vicaria del siervo. De este modo se confiesan las cosas, no se explican.
Lo salvífico de la Cruz en Pablo

1.       Es lo central (insiste en la resurrección): 1Co 1,22ss; 2,2.3; 12,3. La predicación del crucificado es esencial, pues de ella depende la verdad de la fe.

2.      Es salvífica: se podrá aceptar a Dios ó no, pro si se lo acepta en la cruz, por lo escandaloso e insospechado, entonces se ha aceptado realmente a Dios y se ha aceptado que él mismo se nos ha mostrado.

3.      Recalca lo salvífico de la cruz, con mucha fuerza en 2 Cor 5,14.19; 8,9; 13,4. No es explicación sino proclamación.

4.      Trata de explicar lo salvífico de la cruz porque nos ha liberado de la ley convertida en maldición: Gal 3,10.13.22; 4,4. Lo que ejemplifica la ley es la situación existencial de angustia y fracaso del hombre; de esa situación nos ha liberado Cristo.

5.      La manifestación de lo que es grato a Dios.

6.      En el nuevo testamento lo que ha sido grato a Dios ha sido la totalidad de la vida de Jesús, una vida en felicidad y misericordia. La cruz de Jesús pone de relieve la vida de Jesús.

7.      Sobre la tierra ha aparecido lo grato a Dios porque ha aparecido una vía en el amor hasta el final. Mt 6,8: lo que Dios quiere que sea el ser humano: “Ya se ha declarado, oh hombre lo que es bueno y lo que el Señor desea de ti: que actúes con justicia, que ames con ternura y que camines humildemente con tu Dios”.
La credibilidad del amor de Dios
La vida y la cruz de Jesús es aquello en que se expresa y llega a ser lo más real posible es el amor de Dios a los hombres.

El nuevo testamento afirma: el mismo Dios ha tomado la iniciativa de hacerse salvíficamente presente en Jesús y la cruz de Jesús es grata a Dios en ella se expresa é mismo como grato a los hombres: Rom 3,28; Jn 3,16; 1 Jn 4,9; Rom 8,32.
La cruz de Jesús es expresión del amor de Dios. 1 Jn 4,10: Rom 5,6ss. Cristo murió por los injustos, por nosotros.
Ni lo más querido por Dios, su propio hijo, ha puesto límite a que Dios muestre su amor a los hombres. No perdonar al hijo es el modo de expresar que nada impide el amor de Dios a los hombres.
La muerte de Jesús.
El Dios crucificado.
Las palabras de Jesús en la cruz

La interpretación más primigenia de la muerte de Jesús es la de Marcos. Su evangelio es anti-triunfalista. El hecho desnudo de presentar a Jesús  muriendo en el abandono del padre, tuvo que ser algo difícil de aceptar. Siempre hubo intentos de suavizar el abandono de Dios.
Es muy difícil mantener el posible abandono de Dos en la cruz de Jesús. La tradición de Marcos sienta con toda claridad la discontinuidad teologal entre la muerte y la vida de Jesús:
En las narraciones de la cruz no aparece para nada el advenimiento del Reino de Dios. Esto puede llamarse fracaso.
Hay una radical discontinuidad en su relación con su padre Dios. En la cruz no hay cercanía de Dios. No hay experiencia de Dios como Padre bondadoso.
Lo más hiriente de la muerte de Jesús es este abandono, el silencio de Dios. En la cruz el pecado aparece con mayor poder que el Padre Dios.
El sufrimiento de Dios

Qué hace Dios ante el sufrimiento. Qué dice de Dios la cruz de Jesús. Qué relación hay entre Dios y el sufrimiento.
El sufrimiento en sí no tiene sentido. El sufrimiento no se acepta, se combate. Dios ante el sufrimiento no hace nada como los seres humanos esperaríamos que hiciese. El mismo Dios carga con el sufrimiento.

El sufrimiento en Dios
El hijo experimenta la humanidad, la historicidad, la vida, el destino y la muerte de Jesús “Nicea presenta a un hijo divino, que asume absolutamente todo lo humano”.
Cómo afecta a Dios el sufrimiento de la cruz? Dios estaba en la cruz de Jesús (Pablo) y éste era hijo de Dios Mc 15,39. En todo lugar de la realidad de Jesús se manifiesta algo de Dios. Es verosímil que el estar de Dios en la cruz, en cuanto cruz, revele algo de Dios.
Es imposible formular adecuadamente el sufrimiento de Dios. Lo importante es la afirmación de que Dios participa en la pasión de Jesús y en la pasión del mundo.
Moltmann: “En la pasión del hijo sufre el Padre mismo el dolor del abandono. En la muerte del  Hijo llega la muerte a Dios mismo, sufriendo el padre la muerte de su Hijo por amor a los hombres abandonados”.
También a Dios le afecta el sufrimiento. Dios está crucificado. El Dios crucificado es el Dios solidario, en la  historia no hay amor sin solidaridad y no hay solidaridad sin encarnación. Solidaridad dispuesta a participar en la suerte de aquellos con quienes se solidariza (sería paternalismo que lleva al despotismo). Solidaridad dispuesta a llegar a ser víctima con las víctimas.

El conocimiento de Dios en la cruz de Jesús

Lo que la cruz manifiesta en directo de Dios es su inacción y sufrimiento.
Se trata de caminar humildemente cn Dios, sin pretender buscar una acabada síntesis de la realidad de Dios en la historia, aceptando en la fe y en el máximo de fe, que sólo al final Dios será todo en todo. Sólo al final, Dios se revelará como pura positividad y como totalidad, mientras en la  historia su revelación pasa también por lo fragmentario y por la negatividad.

Trascendencia: el Dios mayor y el Dios menor.

El hombre debe contar con la activa posibilidad de lo radicalmente distinto de Dios y con el escándalo de Dios. Debe contar, en concreto, con que no sólo lo grande, sino también lo pequeño, pueda ser mediación de Dios. Y esto es lo que ocurre en la cruz. En la cruz no hay imagen (no aparece nada de lo que suele hacerse pasar por divino), ni siquiera hay palabra. Sólo hay silencio de Dios. Dios se muestra en silencio. El futuro es un modo de ser de Dios. En la cruz no hay poder, ni hay futuro.
Las víctimas de este mundo son el lugar del conocimiento de Dios, pero lo son sacramentalmente. Dan a conocer a Dios porque lo hacen presente.
El hacerse cargo de Dios en la cruz, tiene que ir acompañado de cargar con la cruz. Y de encargarse de los crucificados.

La muerte de Jesús
El pueblo crucificado.

Cristo tiene un cuerpo que lo hace presente en la historia. Hay que preguntrle si ese cuerpo está crucificado, qué de este cuerpo lo está y si la crucifixión de este cuerpo es la presencia en la historia de Cristo crucificado.
Los pueblos crucificados son los que “completan en su carne lo que alta a la pasión de Cristo. Son la actual presencia de Cristo crucificado en la historia. “ustedes son la imagen del divino traspasado”.
El crucificado es el elegido para traer salvación. El pueblo crucificado lleva sobre sus hombros los pecados de sus opresores. Ofrecen un potencial evangelizador. Es decir los valores evangélicos de solidaridad, servicio, sencillez y disponibilidad para acoger el don de Dios (Puebla 1147).

En lenguaje histórico, los pobres tienen un potencial humanizador porque ofrecen comunidad contra el individualismo, servicialidad contra el egoísmo, sencillez contra la opulencia, creatividad contra el mimetismo cultural impuesto, apretura a la trascendencia contra el romo positivismo y craso pragmatismo.
El pueblo crucificado ofrece esperanza un gran amor, está abierto al perdón de sus opresores, genera solidaridad, ofrece una fe, un modo de ser iglesia y una santidad más verdadera y más cristiana.
El pueblo crucificado es el cuerpo de Cristo crucificado en la historia. Este pueblo permite conocer mejor al Cristo crucificado, su cabeza, ve en él al siervo doliente de Yavé y comprender su misterio de luz y salvación

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